A D. Elixio Villaverde García, tristemente fallecido el 15 de septiembre de 2018
Por onglgbtspain | El 17/09/2018 | Comentarios (0)
Por: Juanjo Ruiz
LA MUERTE ES SOLO EL PRINCIPIO
“Nuestra muerte no es el fin si podemos vivir en nuestros hijos y en la generación más joven. Porque ellos son nosotros; nuestros cuerpos son solo hojas marchitas en el árbol de la vida.” (Albert Einstein)

Este pasado fin de semana son de esos que quedan para siempre marcados a fuego en nuestra memoria. Días en los que volvemos a hacernos las mismas preguntas, sin encontrar una sola respuesta que apacigüe el miedo por esa sombría fase de la vida a la que todos, tarde o temprano, llegaremos. Sin embargo, la vida es una constante lucha por no morir eternamente.
El fallecimiento a última hora del sábado del escritor gallego y Doctor en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela, D. Elixio Villaverde García, padre de nuestro joven amigo y colaborador, Fernando Leyra, fue una de esas noticias que nos tocan de lleno el corazón y que hace que se nos encoja alma. Si bien es cierto que no tuve el gran honor de conocerle personalmente en vida, ella misma me ha concedido el hermoso privilegio de disfrutar de su mejor legado, su hijo: a través de la sensibilidad, humildad e inocencia que desprende, sé lo grande que fue el ser humano por el que hoy lloro su pérdida.
No me siento capacitado de escribir sobre lo que su persona y obras significa para la historia y cultura gallega, ya que inevitablemente lo tendría que hacer plagiando sentimientos de quienes sí tuvieron el honor de conocerle. Por ello, al final de este texto, les dejaré varios enlaces en los que podrán conocerle a fondo. Sin embargo, no quisiera terminar este escrito sin dedicarle un poema que escribí hace algunos años.
Los Recuerdos del Caminante
Largo es el camino por el cual transitamos, aferrándonos a una mochila que de recuerdos llenamos. Conforme el camino de tu vida avanza, sentirás la traición de la ingratitud golpear tu espalda. ¡No retrocedas ni un milímetro! ¡No pares tu marcha! ¡Camina altivo y sonriente! ¡No seques más lágrimas! El mejor remedio a la ingratitud es aquel que el silencio guarda.
Con la mochila vacía de historias amargas, aquellas que dejaste atrás en otras paradas, con la cabeza erguida y sin mediar palabra, continúa caminando por tu carretera solitaria y larga. Nuevos recuerdos llenarán tu mochila, historias que cargarás de nuevo a tu espalda.
Y cuando llegue el final del camino, cuando dicen que es donde todo acaba, mira en la mochila que siempre te acompaña, y regálales tu última sonrisa a quienes no quisieron convertirse en olvidadas historias pasadas.
A ti Fernando te digo que, aunque la vida es una luz que nos destroza el corazón al apagarse, debemos quedarnos con lo que esa luz nos mostró y enseñó cuando estuvo prendida, y hacer que ésta nunca se apague por completo en nuestro recuerdo. Tu papá, siempre estará contigo y con todas las personas que amó. Como dijo Thomas Campbell, “Vivir en corazones que dejamos atrás no es morir”. D. E. P
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